viernes, 11 de mayo de 2012

Espejos, ¡que gran invento!.



A esta sirena le llama mucho la atención ese invento humano que llamáis espejos, tened en cuenta que en el mar no tenemos de eso, a veces nos miramos en la superficie del agua, cuando el mar descansa en calma chicha, pero el agua a penas dibuja los perfiles y no da una imagen tan nítida como los espejos.


Sin embargo, estoy algo confundida, creo que los espejos no funcionan correctamente, no se si hay algún sitio para dirigirse y poner una queja, he observado que a personas perfectas, preciosas y extremadamente hermosas, los espejos les devuelve una imagen que no es correcta y se ven feos, se avergüenzan de su imagen y hacen cosas terribles como no comer,vomitar, se disfrazan con eso que llamáis ropa y se tapan hasta convertirse en verdaderos espantajos, ¿cómo es esto posible?, si hasta su tristeza ilumina cada rincón por el que pasan?.

Otras personas por lo visto les devuelve una imagen perfecta de ellos mismos y se llevan todo el día adorándose cual Narciso mirándose a la orilla del lago que le dio muerte y no lo entiendo, son personas feas, toscas, sin ningún tipo de respeto ni delicadeza para con los demás puesto que están demasiado enfrascados mirándose en estos espejos y los ves sonreír y adorarse, cuando en realidad su sonrisa termina oscureciendo cada rincón por el que pasan.

Debe ser que las sirenas, a falta de espejo usamos a los humanos, si, es cierto y es un secreto así que no lo contéis, que Poseidón puede enfadarse mucho conmigo y castigarme sin jugar con las olas este fin de semana, es que es muy suyo, ¿sabéis?, y un cascarrabias.

A lo que iba que me disperso, los ojos humanos son los mejores espejos, porque sabes de antemano que van conectados directamente con el corazón y no son imparciales, que el corazón de cada espejito humano hace verte de una forma o de otra y así una se va conociendo escuchando a cada uno de los espejos con los que te cruzas.

Así hay espejos, por llamarlo de alguna forma ya que más os menos sirve para lo mismo, que te miras en ellos y te ves hermosa, esos espejos tienen un corazón que siempre sabe ver la parte hermosa de cada persona, esos espejos hay que mantenerlos muy cerquita de una, porque te miras en otros y… mejor no volver a mirarse en ellos, no se si me explico, porque a veces ocurre que una se convierte en lo que reflejan los espejos, mejor alejarse de ellos.

Acaba de ocurrírseme que el mal funcionamiento no está en los espejos, yo me reflejo en todos ellos de la misma forma, y no es que cada humano tengáis un espejo en el que os reflejéis de tal o cual manera, ahora que lo pienso he visto varios humanos mirarse al mismo espejo y ver cosas distintas, no sólo la imagen.

Ahora sospecho que el problema va a estar en el corazón, tengo que darle un par de vueltas más a este pensamiento, no se si vosotros que sabéis mucho de espejos podréis ayudar a esta sirena que está cada vez más perdida y confundida en vuestro mundo, ya que los espejos tienen mucho que ver con la felicidad o la tristeza, con la alegría o el dolor, pero esa es otro pensamiento que os plantearé otro día, miles de besossssssssssssssssssss.

7 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es que los espejos suelen estar instalados para la propia adoración. Cuando es la vanidad quien los manipula, ella los transforma en alegorías del egocentrismo y la petulancia, llegando a ocultar la propia esencia que deberían reflejar. Coincido: no hay espejo más eficaz para verse que los ojos de nuestros semejantes.

un abrazo, sirena!

Anónimo dijo...

Escribí una entrada sobre un día que el espejo me pilló de forma sorpresiva , devolviendome mi imagen cuando no estaba empañado de vapor y ¡que poco me gustó lo que ví!. Soy joven y apolineo y me devolvió la imagen de un anciano barrigón. ¡No hay derecho!. Lo cierto, sirena es que los humanos no sabemos mirarnos al espejo, pues condicionamos con anterioridad lo que esperamos que nos refleje. Es mejor, incomparablemente mejor, mirarnos en los ojos de los demás.
Hay que ver lo que sabeis las sirenas.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

No sabía yo que las sirenas conocierais la historia de Narciso, me has sorprendido, aunque no sé muy bien por qué, porque creo que siempre he sabido que eras una persona inteligente y extremadamente sensible. Respecto de los ojos que funcionan a modo de espejo del corazón no te falta razón, quizá no acabas de comprenderlo porque lo único que puede empañar a veces una mirada es la tristeza y, demasiadas veces, una forma humana de ser tan complicada que acaba por complicar todo lo que les rodea.
Un abrazo, sirena.

Natàlia Tàrraco dijo...

Dulcísima sirenita, te comprendo algo tengo de pececita y algas en mis tobillos.
Nada más inquietante que los espejos, del alma, de los ojos, del baño y entelados, espejitos de todos los cristales.
No te inquietes sirenita, ni te tiente mirarte reflejada en tus escamas de plata, lo sé, eres bella de belleza verdadera.
Besito sabor a espumas.

RoB dijo...

Hola Susurros!
A veces los espejos reflejan la realidad, otras solamente lo que deseamos ver... Con los ojos pasa lo mismo, salvo que es la otra persona (la que nos mira) quien evalúa a su conveniencia lo que nuestros ojos dicen (también funciona a la inversa, claro)... Puede estar reflejado en nuestra mirada el amor más grande que jamás hayamos sentido por nadie, pero si a la otra persona no le interesa no verá absolutamente nada...
Beso grande!


RoB

Juji Mogar dijo...

Me ha encantado... La foto es fantástica y el texto, ni te digo. Esos espejos que dan una imagen distorsionada...¡malditos! :)
Un abrazo.

Luis de Burg dijo...

pues que sirena más desactualizada tenemos aquí, pues los espejos fueron llevados al mar desde su invensión, para el intercambio como una especie de paga cuando el dolar aún no existía, se los dieron a las sirenas como regalo por dejarse seducir por desalmados piratas, además que existen miles de espejos en el fondo del mar producto de las muchas embarcaciones hundidas desde tiempos infinitos, hasta los peces saben qué es un espejo, pero al parecer vives tan metida en tu propio mundo que olvidas darte la vuelta por el mundo de los vivos, escarba en la arena y encontrarás de seguro algún espejo altiguo bañado en oro con adornos de rubíes

aunque me gustaría añadir, que los ojos no son un espejo del alma, son simplemente el agujero por donde se puede ver el alma, porque el alma no puede reflejarse en un espejo, porque está dentro, y para verlo hace falta un gran agujero, y eso son los ojos, un gran agujero donde muchas veces podemos ver el alma, aunque otra tantas veces aquellos agujeros nos engañan...