Nunca más...

Quizá, como a veces a mí me ocurre como hoy, me cuele en tu mente alguna vez, o tú mismo me rescates del olvido en las eternas horas que la soledad se hace dueña de ti, incluso pude que sonrías y añores mis cuidados y mis mimos, que sientas cosquillas en el cuello al soñarme colgada de él, puede incluso que sin latir, el corazón te de un vuelco y susurres mi nombre en un descuido para olvidarlo al instante siguiente, pero ese segundo, ese pequeño rayo de luz soy yo...solo entonces, todo el amor que sentí por ti toma valor, solo por esa fugaz sonrisa en tu cara, mereció la pena tanto amor, solo por ella volvería a quererte...o quizá ya no...

Nunca más me hablarás de amor,
mas dudo si alguna vez me has querido,
no me digas que mandas en tu corazón
demuestras que nunca lo has tenido,
que de tanto amarte, amor, de tanto quererte,
eso que creíste sentir sin sentirlo,
no fue mas que el reflejo
de lo que solo yo te he querido.

Por eso ya no amas, niño, ni sientes,
por eso estás vacío,
porque de tanto alejarme de ti,
rompiste por fin mi corazón herido,
nada hay ya que en ti se refleje,
¡enhorabuena1, lo has conseguido,
la soledad se adueñó también de mí
y el amor, tu víctima, quedó destruido.

EQUIVOCARSE

Bajar la mirada y ver el suelo por el que uno se arrastra,
beber lágrimas que corren por dentro por no llorarlas,
gritar sin voz las palabras que nunca sandrán de la boca,
aguantar el dolor que produce hasta el roce del viento,
llenar el silencio con el ruido de los latidos en las sienes,
buscar infructuosamente los escudos del alma,
rechazar la compañía y buscar la soledad en un rinconcito,
oir el espantoso rugido del dolor en la cabeza,
contemplar impotente el muro que no te deja avanzar,
ver las manillas del reloj correr más que las horas,
buscar la forma de arañar los sueños para que no vengan,
tirar todas las palabras a la papelera que no sirvieron,
guardar los sentimientos que fueron erróneos,
intentar cargar con el peso de la impotencia,
reconocer que ya nada más se puede hacer
y rendirse a lo que tienes delante y no quieres ver.

Cuanto me cuesta reconocer que me he equivocado...
más me cuesta sobrellevar la tristeza de la pérdida.

"¡Pedigüeños!"... "¡Este jueves, un relato!"

Buenas, tu estás bien, el marido bien, los hijos bien, todos bien?.

Todos bien gracias, le contesto mientras rebusco en mi cartera un par de euros para pagarle los pañuelos, cuando se lo alargo, me fijo en su sonrisa ancha, sus dientes blancos que contrastan con su piel azabache, siempre está alegre, sonriente...le devuelvo la sonrisa casi sin querer, porque su sonrisa se contagia, sigue al siguiente coche, así día tras día, con calor, con frío con lluvia, pero nunca pierde la sonrisa... si no necesitas pañuelos te pide que le des algo para comer, si no le das nada, si ni siquiera bajas la ventanilla se despide saludando con su sonrisa ancha...

A veces lo miro de lejos y pienso que la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, con el trabajo, con todo lo que nos rodea, el es feliz, y además de pedir o vender pañuelos, no es un pedigüeño, es un maestro que todos los días nos da una valiosa lección de vida, claro que como en todas las aulas, hay alumnos que atienden y aprenden y otros zoquetes que pasan de largo sin aprender nada de nada...



Para participar o leer a otros participantes ve a casa de Tésalo

Una ducha... Propuesta de Tésalo para "este jueves un relato"

Me dices ¡ven!, y tu voz se cuela en mi mente rompiéndola por completo. Es tu voz, esa nota aguda que rompe el cristal de mis pensamientos, tus palabras me hipnotizan, no puedo resistirme a cualquier cosa que me pidas, y te sigo obediente, expectante, con el corazón acelerado para ver que es lo que hoy se te ocurre, nuestros pasos se dirigen al baño, abres el grifo de la ducha, y el agua se convierte en himno al deseo, al amor, al parar el tiempo que se detendrá entre tus manos...

Bajas lentamente los tirantes de mi camisón de seda, que al resbalar por mi cuerpo me acaricia y me regala un placer antesala del que me espera... te deshaces del pantalón del pijama y mis ojos no pueden evitar contemplar tu sexo erecto y dispuesto incluso antes de que te haya puesto una sola mano encima... te miras, me sonríes y comentas...

...“no me hace caso - y te encojes de hombros- es verte y cobra vida propia”...

Te devuelvo la sonrisa para agradecerte el piropo, pero si crees que no te hace caso, ven y sígueme a la ducha, lo pienso, pero solo te lo digo con cara de niña traviesa...

El agua está tibia, apenas siento ni su calor ni su frío, solo el resbalar por mi piel abriendo mil arroyos de pasión, me cuelgo de tu cuello porque nunca me resisto a robarte un beso tierno, perfecto, el agua hace más suaves si cabe tus labios, abro la boca para pedirte que explores con tu lengua la mía, para sentirte dentro, para fundirme contigo que eres todo, amor, todo lo que deseo en este momento...

Mis manos se pierden por tu espalda, te dibujan sentimientos que surgen desde rincones incógnitos de mi cuerpo, te provoca sensaciones que van encendiendo tu respiración, bajan a tu sexo y te arrancan un quejido gutural y tan intenso que se me cuela y me rompe por dentro, derramando la tibieza de mi sexo que te necesita ahora, en este momento, ni te lo pido, levanto mi pierna derecha y rodeo con ella tu cuerpo... me conoces, sabes lo que quiero y te agachas levemente para introducirte en mí, de repente, en un solo movimiento, sin esperas, sin dulzuras, que soy yo la que te lo he pedido y sabes que puedes hacerlo, y esa invasión en mí libera un gemido, que solo será el primero al ritmo de tus embistes, que siento morirme en este momento entre tus brazos, que no quiero que termine nunca, tu dentro de mí, el agua acariciando nuestros cuerpos, imposible ser más feliz... el orgasmo me sorprende disfrutando de estas sensaciones, clavo las uñas en tu espalda y contengo un grito que irrumpe desde lo más hondo de mi cuerpo, te derramas entonces dentro de mí, siento los latidos de tu sexo, el calor de tu esencia que me llena todos los vacíos que me impone la vida, bajo la pierna lentamente, intentando regular la respiración desbordada, me besas de nuevo, ahora si, lentamente, nos perdemos en el tiempo, yo en ti y tu en mi, bebiéndonos los besos junto al agua de la ducha...



El relato es para participar en la propuesta de Tésalo ¡Este jueves un relato!: Este jueves una ducha.



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...NO PUEDO!!!!

No puedo con este maldito dolor que me agarra por dentro, me puede, me vence, que deshace y me anula completamente, que no quiero llorarte y te lloro a todas horas, hacia dentro, que estoy anegada de lágrimas saladas que corroen el alma y ahogan mi pecho, que siento ganas de gritar y no puedo hacerlo, te prometí no hacerlo...
Que no entiendo porqué no me quieres a tu lado si nunca te hice daño, no entiendo que no quieras mis mimos, mis cuidados, no entiendo que no me eches de menos, que prefieras un nada por no poderte dar un todo, no lo entiendo, y me rompo en mil pedazos, que me duele tanto que no puedo callarlo y se escapa de mis dedos, que me volveré loca amor si no puedo contener por más tiempo todo esto que siento...
Mil veces quise irme antes, antes que no sé siquiera si estaba a tiempo, pero me llamabas, me decías, mientras podamos aprovechemos el tiempo, y ahora puedes estar sin esto que tenemos, que es de locos, que es raro, que nadie puede entenderlo a parte de nosotros... ¿de verdad quieres que te olvide?, ¿de verdad viviremos sin amarnos de nuevo?... no puedo amor, hay días que no puedo sobrellevar esto...