...tus últimas palabras...

Llegué derrotada, me he empeñado en cansar mi cuerpo y mi mente para no llamarte, para contener la tentación de pensarte como si eso fuese posible, así que me acosté pronto, abrazada a la almohada y con tus ojos clavados en mis sueños como siempre me dormí enseguida vencida por el cansancio...pero la noche es eterna amor mío, y me desperté con la sensación de haber salido de una fiesta ruidosa y al cerrar la puerta encontrarme con el silencio más absoluto... me deslicé de la cama y a tientas bajé las escaleras descalza, sin hacer ruido, cogí un cigarro y me tumbé en el patio viendo las estrellas... sin luna había miles, pensé que si las contaba lo mismo descansaba un ratito de pensarte y me perdí de nuevo en tus brazos, en tus besos y el corazón acelerado tomó las riendas de mi piel... miré la ventana de mi hija para intentar no irme a tu lado y lloré, simplemente lloré como hacía mucho que no lloraba... porque en mi mente retumbaban tus últimas palabras...