La tierra se abrió a mis pies, el mundo se tambaleó, una vida cuadriculada, aséptica y perfecta se hizo añicos tan rápido que no sabía que hacer, sola y asustada perdí las fuerzas para llevar adelante mi vida. (Solo fue un divorcio, no os creáis que se hundió el mundo de verdad, pero así lo sentí...)
Sin poder llorar, porque tenía que tirar del carro de los míos, recurrí, como otras veces cuando era una niña, a las palabras para desahogar el llanto contenido, para vaciar el dolor que presionaba el pecho, para gritar en caricias de papel lo que desgarraba el alma, no quería que nadie las encontrara.
Así que descubrí esto de los blog y ahí empecé a teclear el dolor y a dejar el desaliento, encerrado en un espacio virtual, para enfrentarme de nuevo a la realidad con una sonrisa, valiente cual heroína que todo lo puede.
Encontré amigos que me mimaron, me ayudaron a salvarme de la locura del silencio, que me prestaron sus palabras que hablaban por mi corazón, que me dejaron un hombro para llorar y una mano en la que apoyarme, no amigos virtuales, AMIGOS, así, en mayúsculas que saben más de mí que mis amigos reales que nunca me vieron llorar. Cuando encajé las piezas del puzzle e hice de nuevo de mi vida un lugar perfecto para proteger a los míos, seguí por estos lugares animando, ayudando y mimando a quienes lo necesitaban, desconocidos que hoy son verdaderos amigos, amigos que en su día fueron un apoyo incondicional para mí y a los que emprendieron el vuelo por otros derroteros y sigo echando de menos.
Pero la vida no para de dar vueltas, hasta que llega la muerte, absurda, incomprensible, irracional y traidora y te demuestra que no somos nada, y sin avisar y sin motivo se llevó a mi hermano.
Creemos que la vida es complicada, que el amor duele, que los problemas nos pueden agotar, que el trabajo o la falta de este es deprimente, pero es solo la muerte la hija de puta que te arranca el alma y te deja vivo sin vivir, y te ves tirando de un nuevo carro con el que esta vez crees que no puedes, pero puedes, por los tuyos, no por ti que te sientes rendida, y el dolor se hace tan grande que acudes de nuevo a las palabras para desahogarte y te das cuenta que son absolutamente inútiles y no sirven...simplemente no sirven.
Agradecí a todos los que se preocuparon y estuvieron conmigo, pero después de un par de entradas te das cuenta que la muerte se ha adueñado de tu casa y no puedes volver a entrar, así me mudé de casa, me reinventé e hice un espacio solo para evadirme y reírme un rato, para provocar, romper esquemas, enredar y ser todo lo que las normas sociales y las responsabilidades nunca me dejaron ser, rellenar de risas para poder vaciarlas en llanto, pensando que el tiempo me haría cicatriz y podría volver a mi casa.
El tiempo pasó en esta nueva casa... hice nuevos amigos.
Como mi estancia en mi nueva casa se alargaba fui trayendo poco a poco a los de mi otra casa, en ella sigo, ahora ya es mía, no se si algún día podré volver a la otra, no se, ya no soy la misma que la habitaba.
Así que no vine por la literatura, que me encanta, no por escribir y compartirla, si no por dolor, pero si que la encontré y descubrí que este es el caldo donde se cuece la literatura de nuestro siglo, mis amigos me han oído decir más de una vez, que las generaciones futuras no podrán estudiar literatura sin pasearse por los blogs.
Por eso me encanta estar por aquí, es fantástico esto de leer algo de alguien al que puedes preguntar si no lo has entendido, que puedes conversar sobre el tema que expone, no se, no pretendo ser una escritora, ni desde luego hacer literatura seria, pero me parece maravilloso estar aquí y ahora.
Mimi me enredó en esto de los sábados literarios, yo creo que sigue queriéndome meter “en vereda” y que me deje de tanto enredo y tanta guasa, hay amigos de mi otra casa que no me reconocen y están más que preocupados por mí, cosa que agradezco, pero ya puestos a confesarlo todo, me encanta mi nueva casa, y no pienso abandonarla, pero para que Mimi no se avergonzara de mí y los nuevos amigos que se toman en serio esto de escribir no tuviesen que enfrentarse a los “fregados” que se forman en los comentarios de mi nueva casa, me hice otra en Blogger, en la que me siento también muy a gusto.
No pretendo ser dos personas, pero si voy de fiesta me pongo tacones y escote y si voy al campo, botas y pantalones cómodos, no se si me explico...pero se que vosotros me entenderéis perfectamente.
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