Cuando Raistlin* entró en la estancia, vio a la joven elfa sentada con mirada perdida y a su madre al lado casi desesperada... de un brinco agarró al jovencísimo mago de tunica roja y se lo llevó a un lado...
- Decidme que podéis encontrar el hechizo que tiene a mi hija enferma, no come, no duerme, suspira todo el día, es como si a penas estuviese aquí, le brilla la mirada y el pulso lo tiene siempre acelerado.
El mago sonrió al reconocer los síntomas pero para asegurarse murmuró: “Jistrah tagopar Ast moirparann Kini”**
Pero nada ocurrió, este miró a la elfa y le dijo, Dama, aquí no hay ningún objeto hechizado.
-No puede ser, es imposible, entonces es ella misma la que está hechizada, compruébelo de nuevo señor, se lo ruego, yo vi con mis propios ojos como él se acercaba, le susurraba algo al oído y desde entonces se encuentra así, ya sabéis que los elfos tenemos algunos poderes mágicos, pero jamás vi algo como esto...
El mago negó con la cabeza a modo de desprecio ante la ignorancia de la madre y se acercó a la muchacha, la tomó de la mano en gesto interrogativo...
-Me domina esa sensación de querer sin saber si quiera que quiero, de lanzarme al vacío sin importarme si sus brazos están esperando para recogerme, solo se que ando al borde de un acantilado que se me hace pequeño y las noches largas y los días en que no está eternos, no decimos nada y nos lo decimos todo, hay cosas que no hace falta decirlas, ¿no cree?, lo conocía desde hace tiempo, lo veía sin verlo y ahora lo veo en todas partes, domina mis sueños, su boca recorre mi piel haciéndome sentir dolor y placer al mismo tiempo...
El mago había escuchado bastante, no era cuestión de perder el tiempo y de un gesto brusco le hizo callar...
-Pero dime, que es lo que te susurró al oído exactamente?...
Cuando el joven mago salió de la casa, frustrado pensaba... “no consigo encontrar la clave de las palabras mágicas, nunca son las mismas, sus efectos aunque parecidos nunca son iguales y aunque se repitan las mismas palabras jamás surten el mismo efecto pronunciadas o recibidas por personas distintas al encantamiento hallado, si consiguiera encontrar la clave de las palabras mágicas para dominar el amor, ¡sería el mago más poderoso y el amo del mundo!.”
*Raistlin es un personaje de las Crónicas de la Dagonlance, su Túnica roja le fué asignada tras pasar la prueba para comprometerse con la Magia, esta era símbolo de Lunitari, la diosa de la magia neutral, identificada con la luna de dicho color.
**Hechizo utilizado por el mago para comprobar si existían objetos hechizados.
“si fueras posible amarrar, tenerte siempre cerca,
poderte controlar...”
El resto de participantes en casa de un
mágico conductor.
Este jueves permitidme que haga dos textos, este segundo está dedicado, así que si os lo queréis saltar porque se que me he pasado para nuestras no normas, como diría nuestro Gus, le debía algo a alguien que siempre sigue mi estela, que siempre está a mi lado, no, no es una obligación, es que hoy me apetecía susurrar y el anterior ya lo tenía escrito hace un par de dias...
¿Escribirás este jueves?...
Sabes y se, sin que lo pronuncien nuestras bocas...
Pero si, quería oírlo, a pesar de no ser necesario para saberlo, se que estás aquí por mí, usando tiempos que no son tuyos y de los que te pedirán cuentas, pero ese “me calas”, necesitaba hoy escucharlo, apoderarme de la palabra, que me alimentará en tu ausencia, solo es un par de palabras, ¿cuanto no es más todo lo que haces por mi, el tiempo que llevas a mi lado?, pero a veces las palabras son mágicas, condensan sentimientos para atraparlos y así poder regalarlos.
Yo estoy aquí por ti, lo sabes, lo dejo todo cuando llegas, no hay sitio para nadie más porque lo ocupas todo cuando te me acercas, me rellenas cada rincón del alma y aceleras mi pulso que instantes antes de aparecer tú estaba en calma como mi mar. Pero también necesitas de las palabras, por eso me has dicho, vendré si quieres, necesitabas que te dijera, “si, por favor ven...”, como si no supieras que los días se harán eternos sin tu café, dime, ¿también para ti son mágicas?, o soy yo que me pierdo siempre entre letras, ahora de canciones compartidas a las que me has acostumbrado...
Se que siempre buscas si he escrito algo, compartimos el amor por la magia de las palabras, por eso preguntaste si escribiría este jueves y por eso este hay dos textos, porque se que necesitabas las palabras para llevártelas y así sobrellevar este tiempo en los que los minutos se disfrazarán de caracoles lentos...¿cuanto me harás sufrir tu ausencia?, ¿cuanto aguantarás sin buscar una excusa para escaparte y venir a ver a tu sirena?...
Nunca te he susurrado, hoy déjame decirte que...
Me rompes...todos y cada uno de mis esquemas, las murallas de este corazón desobediente, la yugular en latidos galopantes, las ganas, las ansias, en sueños la boca... todas y cada una de mis tristezas, ese cristal con el que miro que a veces es tan negro, en risas y carcajadas con tus bobadas, (“y yo aquí como un bobo esperando”), las retinas en mil colores con fotos de amaneceres, el corazón con melodías locas, o loca me vuelven, no lo se, los dedos que se traban al escribirte y no sale mas que las letras en sopa...me rompes, amor, me rompes, por esta y una infinidad de cosas que ya a solas te susurraré cuando vuelvas...
quédate a mi lado.
“Me he dado cuenta que ha ido surgiendo
Poquito a poco entre los dos
Una corriente que nos desborda
No contenemos ni tu ni yo”